Trago Maradona: un bar porteño creó un cóctel para homenajearlo

Se llama Segurola y Habana, tiene espumoso, ron y se sirve con un revolvedor muy original creado por 878.

Diego Maradona seguirá dando que hablar por muchos años más. Y por supuesto, su leyenda seguirá dando espacio para la anécdota, tal como sucede estos días en el bar 878.

El 8, tal como lo conocen sus habitués, es un bar de culto creado en 2004 por Julián Díaz y Florencia Capella, que comenzó como un bar estilo speakeasy, escondido detrás de una puerta y número capicúa en una solitaria calle de barrio.

Desde ahí se alzó la bandera de la calidad. Calidad en las bebidas, en la materia prima, en los jugos naturales, en la calidez profesional de los bartenders.

El amor por la cocina, la historia, la música, el backstage de las barras, la mise en place, los consejos y los trucos, las técnicas y la propia ideología. Todos estos ingredientes, juntos, dieron forma al 878 bar, cuya historia se recopiló en un libro llamado 878 cócteles. Recetas e historias del Bar de Buenos Aires, editado por Planeta.

¿Qué tiene que ver Maradona con este estupendo bar? Que allí acaban de sumar un cocktail en honor al Diez a su carta, servido en vaso de trago largo, cuyo nombre remite a la esquina de Buenos Aires más identificada con Maradona: Segurola y Habana.

El trago Maradona

“Nació dentro de una carta a la que llamamos ”Porteños’, que rinde homenajea distintas ideas de la porteñidad”, cuenta Julián Díaz, propietario del establecimiento, a Cucinare.

“Pensamos cuál era la faceta maradoniana que nos atraía, y concluimos que es el Maradona picante, que quedó en la cultura popular, con una de las esquinas que era absolutamente intrascendente (donde vivía su familia, en Villa Devoto), hasta que el Diego la mencionó como un punto donde se podía chocar, o pesar un montón de cosas”, afirma el empresario.

Y agrega: “A partir de eso ideamos el trago, con Havanna Club, por la estancia del Diego en Cuba (no sólo por la calle), espumante Extra Brut, por esa cosa del Diego, del boliche, y que además le gustaba mucho, además de cordial de habanos y vainilla”.

Para Julián, “es un trago que tiene su potencia, pero que es fresco, jodón, y casual, y que lo coronamos con el revolvedor que tiene la insignia inmortal, de la esquina de Segurola y Habana”.


Author: Cucinare

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