Todo sobre el romero: cómo tener una planta en casa, sus beneficios y con qué alimentos combinarlo

Esta hierba de hojas duras y puntiagudas tiene un aroma característico e inconfundible.

El romero es un hierba mediterránea fácil de encontrar en campos y montes de manera silvestre.

Además, es muy fácil de cultivar en una maceta. Genera un toque decorativo y brinda aroma en los ambientes.

El romero se distingue por la forma puntiaguda de sus finas hojas, recordando a las púas de los pinos y abetos, que desprenden una intensa fragancia solo con rozarlas con los dedos.

Los aceites de esta planta son más intensos que los de otras hierbas aromáticas más sutiles, como el eneldo, la salvia o el tomillo, por lo que se debe usar con más moderación en la cocina si no queremos que su personalidad acapare los sentidos.

Conocido popularmente con nombres como hierba de la corona o rosa marina, el romero más común y extendido de uso y consumo es el Rosmarius officinalis.

Se trata de un arbusto de la familia de las lamiáceas, de gran vivacidad, que puede alcanzar fácilmente el metro de altura e incluso superar los dos metros, especialmente en estado silvestre.

Los beneficios del romero

Como todas las plantas aromáticas de uso culinario, el romero aporta beneficios saludables. Además, permite dar sabor prescindiendo de otros ingredientes menos recomendables, como salsas calóricas, azúcares o exceso de grasas y sal.

El romero, como muchas hierbas, es una buena fuente de antioxidantes. Unos 100 g de producto comestible contienen 313 mg de vitamina A (equivalentes de retinol), 50 mg de vitamina C y una pequeña cantidad de niacina y tiamina.

También llama la atención como gran fuente de calcio, con unos 317 mg de este mineral por cada 100 g, sumando asimismo interesantes cantidades de potasio (555 mg) y, en menor medida, magnesio, fósforo o hierro vegetal.

Es también una hierba aromática que merece la pena tener en formato seco en la despensa de las especias.

Ya que no es una planta muy húmeda, conserva mucho mejor su aroma al secarse que otras plantas, y aguanta bien durante algunos meses.

Si dejamos el romero al aire, en un lugar ventilado, se secará solo en un tiempo indeterminado -según el clima-, y también podemos conservarlo en aceite de oliva para aromatizarlo, congelado en cubitos o deshidratado.

Podemos apostar por invertir en una maceta o plantar un brote o semillas en un pequeño huerto urbano de interior.

En ambos casos necesitará luz solar abundante, un suelo drenado y temperaturas cálidas, bien protegido de heladas o cambios bruscos de temperatura.

Por sus compuestos químicos volátiles hace un gran maridaje con frutas cítricas más agrias, como el limón y el pomelo.

Esos sabores de monte astringentes hacen que sea una hierba idónea para enriquecer platos fuertes como guisos, estofados, asados, arroces y escabeches.

Una buena idea es darle protagonismo con carnes más grasas o de cocciones largas, como el pollo al horno, y pescados azules.

También es un producto muy apreciado para maridar quesos semicurados y curados, y se usa a menudo para aromatizar cortezas de quesos de cabra y oveja.

Aporta mucho sabor y hortalizas con las que comparte tradición culinaria, y no es raro que se incluya entre los aromas que acompañan a salsas de tomate, papas asadas o en puré, como por ejemplo en esta receta:

Se puede usar introduciendo las ramitas tal cual directamente en las cavidades de las carnes, pinchándolas o atándolas, o colocándolas entre los demás ingredientes del arroz o guiso, para retirarlas después.


Author: MarianoJ

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