La misteriosa relación entre el torneo de tenis de Wimbledon y uno de los postres más ricos del mundo

Las frutillas con crema es uno de los clásicos en la tribuna del court central del torneo más tradicional del mundo.

Wimbledon es uno de los torneos de tenis más importantes del mundo: integra el cuarteto Grand Slam, los certámenes que todos sueñan ganar.

Se juega desde 1877 sobre el césped en Londres y mantiene tanta tradición que, por ejemplo, los tenistas sólo pueden presentarse con ropa blanca para competir.

Pero el respeto a las costumbres también tiene su costado gastronómico, protagonizado por las frutillas con crema.

Cada año, los fanáticos que visitan Wimbledon consumen una montaña de 2 millones de frutillas y 7.000 litros de crema durante la quincena que dura el torneo, que en 2023 se desarrolla entre el 26 de junio y el 16 de julio.

Eso es más de 190.000 porciones en 14 días. Así, el trofeo del cuadro masculino podría ser llenado de crema más de 538 veces.

Este plato fue servido desde el primer torneo en 1877 y se convirtió en una tradición desde ese momento.

Esta tradición se remonta a los inicios del torneo ya que, al disputarse durante el verano inglés, coincide con la llegada de las frutillas al país.

En aquellos años, sin aparatos de refrigeración, eran frutas que sólo estaban disponibles por un par de semanas: por eso las frutillas de temporada eran un lujo y comerlas en público, un signo de prosperidad.

Sea como fuese, es el postre emblema de Wimbledon. Pero no se prepara con cualquier tipo de frutilla, sino de la variedad Elsanta, cultivada en granjas de Kent, al sureste de Inglaterra.


Author: Cucinare

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