Fue técnico de fútbol y se inspiró en un ritual de su abuela de 102 años para abrir una cadena de pizzerías

Avellino fue fundado en 1993 por Julio Gagliano y ya cuenta con 5 locales en el oeste porteño.

Las pizzerías en Buenos Aires se siguen multiplicando en todos los barrios. A las clásicas de media masa y piedra se agregaron las de estilo napolitano, las deep dish Chicago style y las cercanas al estilo neoyorquino.

Varios años antes, Avellino Pizzería se fundó en 1993, cuando Julio Gagliano, que tenía sólo 28 años, decidió inaugurar su primer proyecto gastronómico en el barrio porteño Naón.

Julio es de familia italiana. Su abuela y madre son nacidas en Avellino, una ciudad a 40 kilómetros de Nápoles que le dio nombre al emprendimiento.

Para su pizzería, Gagliano se inspiró en el ritual que se hacía año tras año en la casa de su abuela que vivió hasta los 102 años en un terreno de la localidad bonaerense de San Justo.

Allí embotellaban la salsa de tomates perita que ellos mismos cosechaban y cocinaban con horno de barro a leña. De ahí surgió el amor por las masas al horno.

Actualmente tiene 5 locales (en Villa Luro, Liniers y Mataderos), todos con horno de barro, donde la pizza va directo a la piedra y se sacan con grandes espátulas, para mantener caliente el piso.

Varias leñas de quebracho, las cuales no dan fuego sino solo ceniza y les sirve además para que los panes y pizzas tomen ese aroma especial de la madera.

Otra de las aristas de la vida de Julio es el fútbol, porque es director técnico, razón que lo llevó a decorar sus locales con camisetas de todos los clubes del mundo, muchas de ellas firmadas por los jugadores que le regalaron en viajes y campeonatos.

Julio también es propietario de Viejo Patrón, parrilla ubicada en el barrio porteño de Liniers.


Author: Martina

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