La carrera de los jugadores de fútbol es corta. En general, cuando superan los 30 años ya llegan a su fase final. Entonces, tienen que pensar qué hacer una vez que cuelgan los botines.
Muchos optan por seguir conectados al deporte como directores técnicos, managers o incluso como comunicadores. Pero otros buscan destinos muy diferentes, como es el caso de Renato Civelli, que decidió montar un emprendimiento gastronómico.
El exfutbolista de Banfield, San Lorenzo y Huracán, entre otros equipos, comanda desde 2019 la franquicia en la Argentina del panadero francés estrella Gontran Cherrier.
Civelli, 39 años y tres hijos, nació en Pehuajó. Empezó a jugar en las inferiores de Banfield cuando era chico, y luego se fue a Europa.
Una de sus hijas, incluso, nació en Francia y alguna vez, con su mujer, fantasearon con la idea de quedarse a vivir allí. Esa experiencia de casi 8 años jugando en diferentes equipos franceses terminó siendo determinante.
A pesar del atractivo europeo, Civelli y familia decidieron regresar. Con una croissant bajo el brazo y ganas de emprender en otro rubro, dio un volantazo a su vida de deportista y apostó por otro campo del que desconocía todo: la pastelería francesa.
Ya instalado otra vez en Buenos Aires, y mientras defendía sus últimas pelotas como jugador en Banfield y después en Huracán, inauguró el primer local de la marca, en Palermo Soho, en 2019.
En pocos años se sumaron cuatro sedes más. Belgrano, el Mercado de los Carruajes, en Retiro; el coqueto salón en la Alianza Francesa, sobre la avenida Córdoba y la última sucursal en Recoleta.
Junto a sus socios lleva invertidos 1.800.000 dólares en los cinco locales que hoy funcionan en la ciudad de Buenos Aires.
Durante la pandemia, Civelli cuenta que nunca dejaron de vender. En ese momento tenían un solo local y los productos de panadería eran muy requeridos.
Civelli es miembro de Lucullus (Asociación Gastronómica Francesa en Argentina) y siempre está presente en ferias gourmet como Viví Francia o Le Marché.
“Proyectar es muy difícil en Argentina. En nuestro caso, además, importamos maquinaria y materia prima, y aunque no es algo que hacemos mes a mes es una complicación más. La última vez importamos 9.000 kilos de manteca y 23.000 kilos de harina”, explicó Civelli en una nota que le realizaron durante la columna de Rocío Strat (@lachicadelbrunch) en Vuelta y Media, el programa que conducen Sebastián Wainraich y Julieta Pink en Urbana Play.
“Siempre tuve miedo de que nos catalogaran como un lugar caro, y resulta que muchas veces estamos baratos que otros en relación con el producto que ofrecemos. Porque la calidad no se negocia”, sostiene el exjugador.
Desde opciones clásicas hasta alguna que agrega jengibre o champiñones al menú.
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