La historia nunca contada del Pico Dulce, el chupetín multicolor que nadie sabe su gusto exacto y que nunca dejó de ser argentino

La golosina está vigente desde la década del 50 casi sin cambios.

El Pico Dulce es quizás el Messi de los chupetines en los kioscos argentinos.

Y para hablar de esta golosina estrella, es necesario hablar de la fábrica Lheritier. Según relata el libro Marcas Argentinas, esta empresa nació en 1896.

La fábrica de dulces fue fundada por Juan Orsi en San Carlos Norte, provincia de Santa Fe. Para 1919 la empresa pasa a manos de la familia Lheritier y se va especializando en la fabricación de caramelos de fruta y leche.

En 1958 apuestan fuertemente a la modernización de su planta y traen de Europa una gran cantidad de máquinas que los hace ingresar a su más exitoso negocio: los tan queridos chupetines.

En ese año nace el multicolor Pico Dulce, y empieza a crearse el mito de su sabor y cómo está hecho.

A mediados de los años 60, Lheritier lanzó un concurso en el que se preguntaba cuántos gustos podía llegar a tener la golosina.

Para aquel entonces, la empresa le daba paso a nuevos productos y empieza a ser conocido por la fabricación de turrones y confituras, productos navideños que hasta la actualidad siguen produciendo.

Lheritier logró resistir la década del 90 en la que varias empresas de golosinas argentinas fueron adquiridas por multinacionales como es el caso de Stani que fue comprada por Cadbury.

En la primera década del siglo XXI, lanzan una nueva versión del Pico Dulce, esta vez en formato caramelo duro que sigue vigente en el mercado.

Lheritier se animó un poco más y para el mundial de fútbol de Alemania 2006 sacó una edición especial celeste y blanca, con sabor mentol. Por primera vez en décadas aparecía un Pico Dulce con un sabor distinto al multicolor que estábamos acostumbrados.

Luego aparecería el Pico Dulce Night, con sabor guaraná. Estos sabores especiales tuvieron su época de esplendor pero luego se esfumaron.

Lo que sigue vigente es el clásico chupetín cuyo sabor casi todos los argentinos tenemos guardado en algún lugar de nuestra memoria.


Author: Martina

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