Las papas fritas son la guarnición por excelencia para acompañar cualquier tipo de carne. Pese a su popularidad, hay pocas veces que se consigue un resultado perfecto.
Por eso vamos a revelarte un simple truco casero de agua con vinagre para conseguir las papas fritas crujientes que todos queremos comer. Este tipo de secreto ya es usado por la mayoría de los restaurantes del mundo.
La finalidad de este truco pasa por tratar de alcanzar un equilibrio entre el contenido de almidón, pectina y azúcares que están presentes en la papa.
Para conseguir el mejor resultado al prepararlas es necesario remojarlas con vinagre y hacer que el alimento pase por una doble cocción para conseguir que lleguen a freírse de la manera más apropiada.
Para poner en práctica este truco tan útil, se debe pelar y cortar las papas en tiras gruesas, para seguidamente ponerlas a remojar en un recipiente durante unos nueve minutos.
En este bowl tendrás que haber preparado una mezcla de un litro de agua, una cucharada de sal y una cucharada de vinagre, gracias a la cual las patatas perderán su almidón.
Pasado este tiempo habrá que sacar las papas del agua y secarlas bien usando un papel de cocina, para luego, en una sartén con aceite, hacer una primera cocción de dos minutos. Se debe retirar el aceite con papel absorbente y dejar que se enfríen muy bien durante al menos 30 minutos.
A continuación, se debe proceder con la segunda cocción de unos 8 minutos, para escurrir cuando estén listas y añadirles sal.
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