La torta de ricota más famosa desembarca en un nuevo local porteño: precios de la porción y la pieza entera

El producto insignia de Gino se venderá en Estrella Cantina, en el barrio de Palermo.

El emblema dulce de Villa General Mitre desembarca en otro barrio porteño: Palermo. Desde ahora, quienes frecuenten La Estrella Cantina, el bodegón contemporáneo de Las Cañitas, podrán sentarse a disfrutar una porción generosa de la clásica torta de ricota de Gino, acompañada de un café o servida como postre, con crema y dulce de leche.

Se trata del primer punto de venta oficial fuera del histórico local original, un hito que marca la expansión de uno de los íconos más entrañables de la pastelería porteña.

La llegada de Gino al local de República de Eslovenia 1831 coincide con la incorporación del servicio de cafetería en el restaurante, que ahora abre desde temprano y necesitaba una propuesta dulce a la altura. La torta de ricota fue la elegida para ser protagonista.

A diferencia del local de Villa General Mitre, donde sólo se vende para llevar, en Las Cañitas se puede comer en el momento, ya sea al paso o como cierre de una comida.

Todos los días reciben la mercadería fresca, elaborada con los mismos ingredientes que convirtieron a esta torta en leyenda: más de un kilo de ricota por unidad, masa quebrada, azúcar impalpable y ningún adorno innecesario. Un producto clásico, simple y perfecto.

La porción se ofrece dentro de un combo que incluye café con leche y cuesta $ 7.500, y la torta entera se vende a $ 24.000, exactamente el mismo precio que en el local original.

Una receta de barrio que se volvió patrimonio

La historia de Gino comienza en 1943, en un pequeño local de la calle Camarones, en Villa General Mitre. Allí nació la torta de ricota que, con el tiempo, se transformaría en una de las más veneradas de Buenos Aires.

No necesitó vitrinas lujosas ni campañas publicitarias: bastó la calidad del producto y el boca en boca para convertirla en un producto de culto. En 2012, el local fue declarado sitio de interés cultural por la Ciudad de Buenos Aires.

Durante los años 60 y 70, el salón se convirtió en punto de encuentro para vecinos y artistas. Después de una porción de fugazzeta, llegaban las sobremesas con guitarra y la famosa torta como broche de oro. La receta, que se transmitía de forma oral, fue guardada con celo hasta que finalmente se escribió y hoy permanece a resguardo, en una carpeta bajo llave.

En 2018, ante la inminente venta del local, dos clientes de toda la vida decidieron tomar la posta: Joaquín Ciafardini, Hernán Cousture y Facundo Rodríguez.

Con respeto y sin modificar la fórmula original, reabrieron el negocio bajo el nombre de “Gino, el capo de la torta de ricota” y mantuvieron vivo su legado. A la receta clásica sumaron nuevas versiones, cannoli, sfogliatelle y otros dulces con acento italiano.

Actualmente, Gino produce más de 600 tortas grandes por semana, y su clientela sigue peregrinando desde todos los rincones de la ciudad y el conurbano. La llegada a La Estrella Cantina representa una expansión cuidada, una forma de seguir creciendo sin perder su espíritu histórico.


Author: Cucinare

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