Ayer se conoció el nuevo campeón mundial de la cocina: Dinamarca ganó el Bocuse d’Or, el premio que consagra cada dos años al mejor cocinero del mundo (se celebra en la ciudad de Lyon, Francia). En esta edición, el triunfador fue el danés Kenneth Toft-Hansen (a la izquierda de la foto).
El chef no era un novato en el mayor concurso de cocina del mundo: ya había participado en las finales de la edición 2015 y es propietario del restaurant Svinkløv Badehotel, ubicado en la costa norte del país. Para Toft-Hansen, el podio 100% escandinavo se explica por “la gran experiencia que todos estos países tienen en la competencia. Y también por estos sabores y frescura, que llegaron en el momento justo”.
Además, Christian Wellendorf (en el centro de la foto), su asistente, recibió el premio al mejor ayudante de cocina, lo que confirma el liderazgo de Dinamarca en esta edición del Bocuse d’Or. Este año, el concurso había sido pensado como homenaje a Paul Bocuse, creador del premio, y Joël Robuchon, los dos más grandes cocineros de Francia, ambos fallecidos en 2018.
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