“Quince hombres sobre el cofre del muerto, ¡Yo, ho, ho! ¡Y una botella de ron!”. Así comienza la Canción del Pirata de la Isla del Tesoro, el mítico libro de Robert Louis Stevenson. Es que era la bebida favorita de piratas y marinos, que ayudaba a olvidar los pesares que sufrían a bordo de tan incómodos veleros.
El ron es básicamente una bebida espirituosa, un derivado por fermentación de la caña de azúcar que puede añejarse o no en barricas de roble. Esa caña provino de España, donde se elaboraba una bebida similar, caña que posteriormente los conquistadores llevaron a las Antillas, donde se adaptó muy bien. Al ron por primera vez se la menciona por escrito como rumbullion, en el año 1650, en Barbados (palabra inglesa que hace referencia a un gran tumulto). Pero en 1667 la abreviatura rum será la que le dará su nombre definitivo.
Sin embargo, lo curioso es que la marina inglesa dio ron a sus hombres hasta el año 1972, donde cada marino recibía su copita. Y los sobrantes de esas partidas de la marina, que eran inmensas, salieron a subasta hace poco y se vendieron por un elevado precio.
“En los siglos XVI y XVII, cualquier cosa que podías la transformabas en alcohol, porque además era una forma de conservar la fruta”, afirma Federico Cuco, conocido bartender. “El problema es que las bebidas de esa época tenían mucho metanol. Pero con el paso del tiempo se fueron sofisticando, gracias a que los sistemas de destilación mejoraron. En el caso del ron, al principio se bebía jugo de caña de azúcar que pasaba por un alambique tradicional, con una sola destilación. Pero claro, como la gente vivía un promedio de 30 años eso no importaba demasiado…”, afirma el bartender.
Cuco continúa diciendo que “Hoy los rones de tipo español, como el Bacardi, en su mayoría se destilan en columnas, que da un producto más puro, y lo que le da el carácter es el tipo de barrica. En cambio, los del Caribe Francés, o la Martinica, donde se hacen rones criollos, se sigue empleando el alambique y el jugo de caña, pero en el resultado final pesa mucho la mano del maestro destilador”.
Muchos tragos de hoy en día llevan ron, como el famoso Daiquiri, nacido en una zona minera de Cuba, el mojito (nieto del Drake, trago de piratas hecho con ron, lima y menta), y el famoso Cuba Libre, que algunos cubanos le dicen “Mentirilla”, porque la libertad es en Cuba materia opinable.
¿Te gusta el ron?
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