Noticias

Secretos para hacer el merengue perfecto

Te contamos la historia y detalles de este maravilloso dulce.

¿Quién no tuvo un antojo de merengue? Esta preparación hecha a base de claras de huevo y azúcar ha hecho las delicias de varias generaciones de chicos y grandes. Se hace, como dijimos, con claras de huevo batidas firmemente a punto nieve y un agregado de azúcar. El merengue puede ser ligero, crujiente o espumoso, según como se prepare.

El término merengue viene del francés meringue (merienda), y era una colación que se tomaba a media tarde a fin de saciar el apetito, aunque otros dicen que fue creación de un pastelero italiano de apellido Gasparini en un pueblo llamado Meiringuen, si bien el término aparece utilizado por primera vez en un libro de cocina francesa de año 1692. De lo que no hay duda es que se puso de moda en la corte francesa del rey Luis XV, ya que su mujer, la reina María Leszczynska, era muy aficionada a esta golosina.

Existen tres tipos de merengue:

#1. El merengue común o francés, que es una preparación básica que se hace con claras y azúcar, que se levanta pero baja a las pocas horas, y es ideal para merengar tortas.

#2. El merengue italiano, se hace incorporando almíbar a 120° en forma de hilo sobre las claras (además de un poco de azúcar). Es muy utilizado para hacer petit-fours, isla flotante y otros postres.

#3. El merengue suizo, que es firme, se hace a baño María. Es el que se suele ver en las vidrieras de las panaderías relleno de crema chantilly o dulce de leche.

Según Mariana Sebess, gran maestra pastelera, “los merengues se pueden saborizar, ya sea con cacao en polvo, para darles sabor a chocolate, con pulpa de maracuyá, frutilla o frambuesa o con polvo de frutos secos (nueces, almendras y pistachos)”.

Un aporte muy interesante es que el que realiza Yanina Di Renzo para Cucinare, chef patissier de Alo’s, uno de los restaurantes del momento: “Justamente con una amiga hablábamos del amor-odio que genera el merengue. No es un producto que resulta indiferente. Porque por un lado aporta complejidad y textura (se puede hacer tanto crocante como untuoso), pero por el otro peca de excesivo dulzor y eso no es bueno. Pienso que la clave pasa por no abusar del mismo”, afirma la experimentada pastelera.

 ¿Sos de usar merengue en tu cocina?

Últimas noticias

Desde la trinchera: el argentino que convirtió su experiencia en bares y chiringuitos de Málaga en un método de gestión

Ariel Luciano emigró a principios de siglo y ahora busca dar un salto a partir…

3 días ago

Guía (no tan breve) para comer y beber en la Costa Atlántica

Con Mar del Plata como ciudad emblema en variedad y calidad, las playas argentinas tienen…

3 días ago

Mauro Colagreco celebra los 20 años de Mirazur con una colaboración especial de Ferran Adrià

El cocinero español será director creativo del menú del prestigioso restaurante francés fundado por el…

5 días ago

Vitel toné de bodegón: así es la receta del restaurante ganador en los Premios Cucinare

Yiyo El Zeneize, triunfador en la categoría Mejor Bodegón, elige bife de chorizo para este…

6 días ago

Picar, machacar o usarlo entero, consecuencias de la utilización del ajo en tus platos

Es el ingrediente clave en la cocina, pero todo depende de qué técnica elijas para…

6 días ago

El contrapunto perfecto: por qué la acidez es clave en la cocina

Cómo saber cuándo y cómo agregar este recurso a tus platos. Todas las claves.

7 días ago