Spritz y Mimosa, dos tragos para recibir al calor con burbujas

Dos cocktails que parecen sencillos pero que no siempre se hacen bien. Cómo lograr que te salgan como al mejor bartender.

Los tragos con Espumoso, Prosecco, Champagne y Cava están a la orden del día, no sólo en la Argentina, sino en el mundo. Y dos de los más populares son el Spritz y el Mimosa.

Pero como suele suceder, de lo sublime a lo ridículo hay un pequeño paso. Para que tus tragos a base de burbujas no caigan en un lugar común, o mejor dicho, sean mediocres, prestá atención a las siguientes sugerencias.

#1 Spritz. Es un trago original de del Noreste de Italia (Véneto, Südtirol y Friuli), de la época de la ocupación austríaca. Originalmente era una mezcla entre vino blanco y agua gasificada, pero hoy en día es todo un aperitivo. Actualmente se prepara mezclando dos partes de vino espumoso (Prosecco), con una de algún bitter ligero, un dash de soda, y una monda de cítrico. Pero para algunos, el problema surge con los ingredientes. Hace poco tiempo el grupo Campari dio un empujón al Spritz con Aperol, cuyo color y aroma chicloso disuade a algunos puristas (que prefieren usar Campari, por ejemplo), debido a su excesivo dulzor. Igualmente son cada vez más los adeptos del Aperol.

Más ecuménico es el bartender Sebastián García, que afirma que se puede hacer Spritz de lo que uno quiera, “por ejemplo, tres partes de Cynar, completadas con Prosecco y decoradas con piel de pomelo rosado. Además, en Presidente Bar nosotros le preguntamos a los clientes si quieren que lo decoremos con tres aceitunas; en Italia lo vi mucho. Así, a medida que lo van tomando las comen y le despierta el apetito de una forma copada”, concluye el experto.

Si no te gusta Aperol tenés otra opción como el Cynar o Campari”, dice la talentosa bartender Paola Zaragoza, “siempre teniendo en cuenta que necesitás un copón de vino, cuanto más grande mejor, copón que vas a llenar con un par de hielos sólidos, para que no se agüe el trago, y vas a agregar un espumante seco, que no sea dulce (Nature, Brut, Brut Nature…), 50% de espumante (si está frío es mejor), 30% de bitter (o partes iguales de espumante y bitter si uno lo prefiere), y completás con un splash de soda, y colocás cáscara de naranja, sin semilla, que aporta buen sabor. Y otra cosa: el trago no se integra porque si no se rompe la burbuja”, concluye la experta.

Otro consejo es completar el trago con agua tónica, cuyo amargor es más refrescante. También conviene refrescarlo con cuidado, apenas moviendo la cuchara hacia arriba y abajo, de forma de no romper las burbujas, que son un activo importante del aperitivo.

#2 Mimosa. El nombre aparenta poca virilidad, pero era uno de los tragos favoritos del James Bond de Ian Fleming en Sólo para tus ojos, ya que antes del almuerzo acostumbraba a tomar un “quart (0,20 l.) de champagne a l’orange”, que vendría a ser lo mismo. También es un clásico a la hora del brunch.

La copa que se usa para este trago es la flauta, y las proporciones de ambos ingredientes son iguales, mitad y mitad. Se sirve primero el espumoso (Cava, Champagne o Prosecco) hasta la mitad, y se completa “con naranja natural, recién exprimida y filtrada” en palabras del gran Sebastián García. Es que hay supuestos bartenders que le agregan naranja de cartón y sencillamente destruyen el producto final.

También es importante que el espumante sea seco. Y si te animás a otras variantes, puede salir un Bellini, el emblemático trago de Cipriani que en lugar de naranja lleva durazno.

¿Con cuál de los dos te quedás?


Author: Cucinare

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