“Hacemos cocina mendocina, con productos locales”, resume Carlos Hernández, el chef de Fuente y Fonda, uno de los restaurantes más populares de la ciudad de Mendoza. ¿La razón? Una propuesta que conquistó a locales y turistas con sus platos generosos y abundantes, pensados para compartir y que se sirven en fuentes de metal esmaltado o en ollas, en el medio de la mesas.
Canelones de verdura, milanesas de nalga a la napolitana, matambre a la pizza, ravioles de espinaca y queso, estofados y pastas son algunos de los platos que suele haber en carta, nunca más de diez opciones.
Como en cualquier casa mendocina, se arranca con una sopa y luego se sigue con el principal. El hit es el pastel de papas (gratinado y dorado por arriba) que llega a la mesa junto con dos frascos -uno de azúcar y otro de canela- para que los comensales le agreguen a gusto.
Un detalle que sorprende: tanto el agua como los postres no se cobran, están incluidos en el pedido del principal. La opción dulce cambia con frecuencia, de acuerdo a lo que el chef consiga en el mercado, pero suele haber flan con dulce de leche, manzana asada con crema y duraznos caseros (nada de lata) con mote.
Simple, austero, entrañable. Fuente y Fonda abre todos los días al mediodía y a la noche e invita a la añoranza por la casa de la abuela, con todo lo bueno que eso implica: compartir una rica comida casera junto a gente querida.
No te pierdas esta nueva historia al estilo De Barrio de la mano de Eddie Fitte:
Visitamos la tradicional pizzería de La Boca para conocer el origen de este plato clave…
Bodega Chacra, la bodega rionegrina fundada por el italiano Piero Incisa della Rocchetta, se llevó…
Una semana con clases magistrales, menús especiales, promociones y la feria gastronómica con más de…
De origen japonés, es un ingrediente que de a poco se va metiendo en las…
Desde 1997 comanda Haiku Sushi, restaurante emblemático para la cocina nipona en Buenos Aires.
Nada mejor que un buen picoteo para acompañar la ceremonia del aperitivo. Seis opciones recomendadas.