Eran un clásico de toda la vida, pero en los últimos años se ven cada vez más botellas de vino con un tapón de plástico o una tapa a rosca. Sin embargo, para todos los enólogos y sommeliers, los únicos que cumplen acabadamente su función siguen siendo los de corcho.
Elaborado con corteza del árbol de alcornoque, el corcho cumple su función de preservar que el vino evolucione dentro de la botella y que se microoxigene de manera permanente. Al ser un producto vivo, el vino se sigue desarrollando luego de ser embotellado.
Cuando los especialistas se refieren a microoxigenación, se trata de que el caldo esté en contacto permanente con el oxígeno, pero de manera muy limitada para que no se arruine el vino y, en cambio, continúe con su evolución.
Esto permite que, si el vino es de buena calidad, mejora su color, aroma y sabor. Sobre todo si se trata de vinos de guarda, que se conservan durante un cierto lapso de tiempo para que su proceso de evolución les permita adquirir toda su expresividad.
Además, el corcho impide que ingresen bacterias y moho al interior de la botella, lo que arruinaría el vino. Pero eso a condición de que se conserven las botellas en posición horizontal, lo que permite mantener húmedo al corcho y evitar que se seque y se resquebraje.
¿Sos de elegir el vino de acuerdo al tipo de tapón que tiene?
Este plato ya forma parte del ADN gastronómico argentino y cada restaurante intenta innovar en…
El evento es el 3 y 4 de mayo en el Hipódromo de Palermo, con…
Propuestas diversas para disfrutar de un plato clave de nuestra gastronomía.
El cocinero, de amplia trayectoria también en la docencia, pasó por Cucinare y hasta cocinó…
El evento será el 2 y 3 de mayo en San Antonio de Areco. Ideal…
Andrew Huberman trabaja en la Universidad de Stanford y elogia los beneficios de esta planta…