Cabinas de vidrio, la solución que implementó un restaurant al reabrir después de la cuarentena

Un local holandés decidió instalar pequeños invernaderos para dos comensales.

Lo que todos los expertos advirtieron desde el principio de la cuarentena ya está llegando a su hora de la verdad: el momento de levantar las restricciones y de retomar la vida de a poco. Pero eso sí, sin olvidarse que el coronavirus sigue presente y que hay que adoptar los recaudos necesarios.

En los Países Bajos ya empezó la nueva etapa del desconfinamiento, que consiste en la apertura de los negocios y restaurants. Por supuesto, se exige a todos los establecimientos gastronómicos que respeten la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros entre cada mesa, que los mozos usen barbijos y que haya alfombras con productos desinfectantes en la entrada de los salones.

Pero en el restaurant ETEN decidieron ir un poco más allá y construir cabinas individuales de vidrio, verdaderos invernaderos para mesas de a dos, donde los comensales pueden quitarse los cubrebocas sin miedo al contagio. Y, para evitar todo riesgo, los platos les llegan a través de tablas de madera que los mozos colocan a distancia, porque es sabido que el virus del Covid-19 se reproduce mucho menos en superficies de ese material.

La nueva disposición de las mesas fue bautizada como “Serres Séparées” (“Invernaderos separados”, en francés), una manera de ofrecer un servicio adicional y de promocionarlo como algo sofisticado. Porque no solo se trata de brindar la máxima confianza a los clientes, sino, principalmente, de alentarlos a que vuelvan y ayuden a aumentar la facturación.


Author: Cucinare

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