La pérdida del olfato puede ser un incidente o una tragedia, depende de cómo se mire. Existen personas que lo perdieron debido a un accidente o una enfermedad, y la anosmia no afectó sus vidas. Pero para aquellos cuyo trabajo depende del olfato, es una situación sumamente complicada.
Justamente, es lo que está sucediendo con la pandemia de covid-19 que, entre otras secuelas, apareja la pérdida del olfato. Hay casos de, por ejemplo, sommeliers profesionales, que lo han perdido de forma definitiva y tuvieron que resetear sus vidas. Afortunadamente, son contadas las ocasiones donde la pérdida del olfato es para siempre.
Aún así, sirvió para afectar la vida de la sommelier de cervezas, la inglesa Maggie Cubbler. “Es frustrante, una auténtica fuente de estrés para las personas que trabajamos en estas industrias; todos lamentamos nuestra suerte en este momento “, dijo Cubbler al medio británico The Guardian. Cubbler tuvo la suerte de reinventarse y logró crear una revista online para mujeres de 40 años.
El diario también contó que a Suriya Bala, una periodista gastronómica que se dedicaba a realizar tours gourmet, le sucedió exactamente lo mismo. Cuando se recuperó, su olfato y sabor habían desaparecido por completo. Tres meses después, puede saborear lo básico (dulce, ácido, salado, amargo), pero la anosmia se convirtió en hiposmia, una capacidad disminuida para detectar aromas. “Sin olor no hay sabor”, dijo.
Bala estuvo practicando el entrenamiento del olfato, tratando de volver a entrenarse para reconocer y volver a aprender los aromas, pero incluso con la capacidad olfativa de alrededor de un 70%, teme que no sea suficiente. “Si no pude recuperar mi olfato y paladar por completo, no puedo imaginarme creciendo en el mundo del vino y la comida; el placer se desvaneció”, concluyó.
Lo cierto es que más de la mitad de las personas que padecieron coronavirus experimentan la pérdida del olfato o el gusto, y mientras dos tercios se recuperan entre seis a ocho semanas, muchos pierden estos sentidos durante mucho tiempo, o en forma definitiva.
Cucinare conversó con Marina Beltrame, experta sommelier argentina y directora de la EAS (Escuela Argentina de Sommeliers), quien sufrió covid-19: “Padecí el virus en septiembre, y la verdad es que no podía distinguir el café del té. Pero en mi caso duró apenas cinco días, y durante ese lapso de tiempo no se me ocurrió probar nada. Tuve la suerte de recuperarme rápido sin consecuencias, aunque entiendo que para algunos sommeliers que catan mucho, que concurren a campeonatos y entrenan, puedan sufrir alguna secuela, aunque yo no conozco a nadie que no haya vuelto a oler”, cuenta la experta.
¿Conoces a alguien que haya perdido el olfato por la pandemia de covid-19?
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