Quesería flotante, la nueva atracción para los más fánaticos

En Londres acaban de inaugurar un original negocio de quesos: es un barco de 33 metros amarrado sobre el río Támesis.

¿Se imaginan entrar y almorzar en una cava de quesos flotante? Esa fantasía se acaba de convertir en realidad en Londres, en el Regent’s Canal, donde se acaba de inaugurar una frommagerie en el interior de un barco, con la particularidad que todos los quesos son de origen británico.

Se trata de Cheese Barge, un barco de 33 metros de eslora y dos puentes, propiedad de Mathew Carver, y estará amarrado permanentemente. Carver, un fanático del queso, abrió el Cheese Bar en el Camden Stables Market de Londres, seguido de Pick and Cheese, el primer restaurant con cinta transportadora de queso.

A pesar de la pandemia, ya le dieron el visto bueno para recibir gente a bordo. “Se siente bien lanzar The Cheese Barge”, dijo Carver a Time Out .”Fue desgarrador no haber abierto el año pasado. Sin embargo, nuestro entusiasmo por este proyecto nunca disminuyó, y tanto el equipo como yo no podríamos estar más emocionados de compartir esta experiencia increíble con todos ustedes. ¡Queso británico a bordo de un barco!”.

Carver tiene auténtica pasión por el queso (también es juez en los World Cheese Awards) y, como en todos sus restaurantes, el menú de Cheese Barge se basa en una amplia gama de quesos de pequeños productores, desde un Windrush Goat’s Curd servido con blinis con cordero y nueces en escabeche, un pecorino inglés que acompaña un spätzle de calabaza, hasta el Westcombe Fried Curry Cheese Curds, que se rocía con miel de chile picante.

La embarcación fue construida en Somerset, Inglaterra, diseño de Adam Richards Architects, quienes se inspiraron en una librería icónica de Venecia. “La barcaza crea un ambiente festivo y sofisticado, heredara de los barcos de casco estrecho, que son parte de la historia local”, dijo el arquitecto y fundador del estudio, Adam Richards.

“También fue la oportunidad para rendir homenaje a la librería Electa, de James Stirling, en Venecia, uno de mis edificios favoritos. Esa construcción se inspiró en los diseños de barcos, por lo que fue divertido diseñar un barco basado en un edificio”, finalizó el profesional.