En materia de hamburguesas de autor, la Argentina pide pista en el concierto mundial de propuestas novedosas y originales. Es un hecho que, desde hace unos años, la calidad de las hamburguesas que se pueden comer en las grandes ciudades argentinas mejoró de manera significativa, de la mano del boom de las hamburgueserías.
La prueba de que este fenómeno es más que una moda lo demuestra que muchos de estos establecimientos lograron sobrevivir a la pandemia, que terminó afectando de manera brutal a todo el sector gastronómico.
Pero ahora, la cadena porteña Mi Barrio Hamburguesería, decidió probar con un sincretismo gastronómico y unir dos de las grandes pasiones argentinas: las hamburguesas y las empanadas.
Por eso, la cadena presentó en las redes su nueva versión, bautizada Criolla, que trae una empanada de jamón y muzzarella como parte del relleno, una original manera de sumarse a los festejos del 9 de julio.
La hamburguesa es servida con dos medallones de carne de 90 gramos cada uno, pan de papa, la empanada frita, queso cheddar, una dosis adicional de queso muzzarella, kétchup, mayonesa y manteca.
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