Platos escupidos o ensuciados a propósito: ¿existe la revancha de los mozos ante clientes maltratadores?

El actor Esteban Lamothe contó su pasado como mozo y relató una situación que le genera dudas a cualquiera.

A raíz de la conversación que se produjo en la “mesaza” de Juana Viale por eltrece, es oportuno sacar a la luz si es cierto el mito de que los mozos le hacen algo malo al plato de los comensales que los maltratan.

Fue el actor Esteban Lamothe el que contó que durante diez años trabajó como mozo en el restaurant La Caballeriza, durante la década de 1990, y que en una ocasión un cliente lo insultó: “Mírame cuando te hablo, estúpido. Y tráeme queso y batata de postre, y café”, le dijo el comensal, según recordó Lamothe.

Acto seguido, el entonces mozo fue a la cocina y, con la colaboración de un ayudante, dio a entender que pegó ambos productos con saliva…

Esto da pie para pensar si es cierto o no que los camareros se toman ese tipo de revancha, como escupir en los platos o pasarse la comida por los genitales, recurso empleado frente a clientes desagradables, prepotentes o maltratadores.

Si uno bucea por la web se va a encontrar opiniones de todo tipo, pero seguramente que en casi todos los casos no pasan de amenazas o afirmaciones escandalosas con el objeto infartar al usuario.

A fin de dilucidar la cuestión, desde Cucinare consultamos con dos cocineros expertos, quienes generosamente compartieron su opinión: “Nooo, no existe. Al menos a mí no me pasó, ni a nadie que yo conozca. A lo sumo, te pueden demorar el plato, pero nada más. Es mucho riesgo”, afirma Alejo Uribe, cocinero rosarino de dilatada trayectoria.

En la misma línea respondió el célebre Dante Liporace (ex Tarquino), chef propietario de Mercado de Liniers: “Hoy se profesionalizó mucho la cocina, muchísimo y todo eso cambió. Te digo más: si tengo un cliente maleducado, que trata mal a los mozos, que los insulta, voy a la mesa y le pido que por favor se retire y ya está. Incluso no le cobro la cuenta. Pero hacerle algo al plato, no pasa”.

También conversamos con un curtido hotelero con 20 años de experiencia en el rubro, que prefirió reservar su anonimato. El profesional dijo: “Que traten mal al producto por desidia, puede ser, pero que ‘intervengan’ los platos de esa manera, es algo que no vi ni en Europa, donde trabajé muchos años, ni en Brasil, ni acá. Lo peor que me sucedió fue un camarero que al que se le cayó algo al piso, lo volvió a poner en el plato y lo sirvió (por supuesto, lo despedí), pero hacerle algo adrede al plato, no”.


Author: Cucinare

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