6 parrillas que desafían la manera tradicional de comer carnes sin resignar calidad en los platos

Salen del formato habitual y apuestan por cartas originales y una decoración distinta.

Modernas, diferentes, divertidas. Estas seis parrillas congregan a un público particularmente joven que sin renegar del apetito por las buenas carnes criollas buscan alternativas diferentes a la tradicional parrilla telúrica.

#. Basta de humo. Es una de las parrillas de la nueva generación, ideal para la pospandemia, con un gran patio abierto, al aire libre, arbolado.

Ofrece entradas poco ortodoxas como falafel y croquetas asadas, pero también hay buenas empanadas de carne cortada a cuchillo.

De sus fuegos salen platos como el pulled pork sandwich, un clásico de la casa, bife de chorizo Black Angus y un buen churrasco de cerdo marinado y asado, acompañado con coleslaw.

También sacan ricas hamburguesas y un interesante pastel de cerdo al horno de barro. Los precios son acomodados. Roque Sáenz Peña 1159, San Isidro.

#. Fiera parrilla urbana. Gente joven, graffitis, azulejos y carteles de neón son la marca distintiva de Fiera, la parrilla de Francisco Miranda.

Pero a no quedarse sólo con la estética, porque la carta es más que decorosa. Vale la pena probar el chorizo de rueda anisado, sencillamente extraordinario, además de la hamburguesa hecha con asado.

El salón es amplio, con techos altos y buena música. En el centro hay una mesa larga flanqueada por sillas colgantes de mimbre. Pedro Goyena 296, Caballito; Monroe 1599, Belgrano.

#. Corte Comedor. Un aplauso para Santiago Garat y sus socios, que supieron hacer algo diferente, informal y de calidad, a un precio más que razonable.

De entrada, las recomendaciones son la bresaola con aceite de oliva y limón, parte de la charcutería que elabora la casa.

Y de la parrilla, los chorizos artesanales son una fija, así como el excelente ojo de bife, el matambrito, unos chinchulines académicos y finalmente un bife angosto de antología, madurado durante 45 días.

Como particularidad cuentan con una singular versión del steak tartar, algo que hay que probar. Una propuesta diferente en el Bajo Belgrano. Olazábal 1391, Belgrano.

#. La Carnicería. Como si fuera un cuadro de Francis Baco, la gigantografía a modo de mural donde se ve la cámara de un frigorífico con medias reses colgando simboliza la propuesta innovadora del local.

Allí Germán Sitz y su socio Pedro Peña ofrecen combinaciones jugadas, como ojo de bife con duraznos secos, jabalí anisado y mollejas caramelizadas, entre otras opciones.

La carne vacuna está terminada a pastura; la parrilla, a la vista. Thames 2317, Palermo.

#. Minga. Canchera, cool, minimalista, está ubicada frente a la Plaza Armenia. La terraza es uno de sus principales activos, sobre todo en primavera y verano.

El fuerte de la casa son las carnes vacunas estacionadas, entre los que se encuentra el asado banderita, la entraña y la tapa de ojo de bife. Tiene capacidad para 200 cubiertos, la música chill out y en el salón inferior priman los paneles de madera color beige claro. Costa Rica 4528, Palermo.

#. Bar de Carnes. Interesante propuesta de Recoleta, descontracturada y accesible, donde se combinan hamburguesas, carnes grilladas y variedad de pintas de cerveza.

Es obra de Sebastián Valle, hombre con experiencia en el rubro gastronómico, que pensó en una suerte de street food de calidad. El hombre prepara platos como ojo de bife marinado y asado al carbón, lomo estilo tataki y solomillo de cerdo, entre otras cosas.

También cuentan con diferentes sándwiches y hamburguesas, muy logrados. Peña 2287, Recoleta.


Author: Cucinare TV

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