Los secretos del dulce de leche argentino que se convirtió en uno de los más ricos del país aunque pocos lo conocen

Lo venden en el parador Minotauro de la Ruta 2, donde prefieren no revelar el nombre del maestro que lo elabora.

El dulce de leche forma parte del ADN argentino. ¿Cabe alguna duda?

Y dentro de este pequeño y sabroso universo despuntan numerosas marcas, algunas masivas y otras artesanales.

En esta última categoría existe una que no llega al gran público, pero que logró obtener un interesante reconocimiento dentro de su breve existencia.

Cualquiera que viaje a la Costa argentina en auto sabe que hay dos famosos paradores para tomarse un descanso y comer algo rico.

Uno es Atalaya, y el otro Minotauro, que se encuentra en el km 183 de la Ruta 2, lindando con Castelli.

Conversamos con Nicolás Vicenti, el gerente del local, para conocer los detalles del dulce de leche que elaboran desde 2010, y que se transformó en un producto de culto.

“La verdad es que por acá pasa un promedio de 1 millón de personas por temporada”, cuenta Vicenti.

Y agrega: “Claudio Moro, el presidente de la sociedad, entendió que tenía una clientela cautiva, y en función de la producción ganadera de la zona, tuvo la visión de crear un dulce de leche de primera”.

El dato sería anecdótico sino fuera porque el proyecto del dulce de leche se lanzó en 2010 y en poco tiempo obtuvo la medalla de oro en el VIII Concurso de Dulce de Leche de Mercoláctea 2012.

También obtuvo galardones en el concurso de Suipacha, cuna lechera bonaerense, y medallas de oro y plata a sus alfajores.

“Lo producimos en Castelli y lleva los mismos ingredientes básicos que cualquier dulce de leche: leche y azúcar”, explica Vicenti.

El responsable de elaborarlo es un maestro dulcero que Vicenti mantiene en reserva: “Tenemos nuestra forma de elaborarlo, para lograr un producto con un color y brillo distintivos”.

Además del dulce de leche, en Minotauro comercializan otros productos de elaboración propia, como medialunas, panificados, pastelería y otras opciones de comida.

Por otro lado, la planta de producción tiene capacidad para producir 3.000 alfajores por día.

¿Hay planes a futuro? “Ya que el producto tiene tan buen desempeño, estamos pensando en comercializarlo en canales alternativos”, afirma Vicenti.

Vale decir que el parador, nacido en el año 1982, actualmente es el más grande que hay sobre la Ruta 2, con un predio de 10.000 metros cuadrados de los cuales 5.000 son cubiertos.

Cuenta con espacios parquizados de recreación, ideales para un viaje en familia, que incluyen un lago artificial con distintas especies de aves y flamencos rosados.


Author: Cucinare

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