El peligro de no remojar las legumbres antes de consumirlas

Hay que tener cuidado con la lectina, una proteína que puede resultar muy tóxica si no se tienen los cuidados suficientes.

Así como las carnes y las verduras, las legumbres se volvieron parte de la dieta de muchos.

Las legumbres más reconocidas son: arvejas, lentejas, garbanzos y porotos, y dentro de ellas existen distintas variedades.

Forman un grupo de alimentos muy nutritivo y con un gran potencial, son fuente de fibra y ricas en nutrientes.

Las legumbres tienen alto contenido en hierro y zinc y bajo índice glucémico, aportan vitaminas del grupo B, dan saciedad y no tienen colesterol ni gluten.

Sin embargo, a pesar del gran valor nutritivo que poseen, es importante tener en cuenta los cuidados necesarios sobre su preparación, que no terminen afectando nuestro cuerpo.

Y es que las legumbres mal lavadas pueden provocar un peligro.

Las legumbres crudas esconden una proteína que puede ser una gran enemiga para la salud: la lectina, parte de una lista de compuestos conocidos como antinutrientes, unas sustancias que interfieren en la correcta absorción de los nutrientes de los alimentos.

Según resalta un estudio, esta toxina puede producir vómitos y dolor de estómago si se consumen crudas o poco cocidas.

“Se destruyen al mantenerlas en remojo durante 12 horas y hervirlas durante más de 10 minutos“, señala el estudio, resaltando la importancia de ponerlas en remojo para poder eliminar la lectina.

¿Qué le pasa a nuestro cuerpo si recibe lectina en grandes cantidades?

Consumir grandes cantidades de lectina puede tener efectos adversos en la salud.

En grandes excesos, puede interferir en la absorción de micronutrientes como el hierro, el calcio o el zinc, provocar que los glóbulos rojos se aglutinen, producir piedras en el riñón, interferir con la función de la tiroides o incluso aumentar el riesgo de cáncer.

Es por eso que es muy importante hacer un buen uso de las legumbres y de su forma de cocción.

Según los estudios clínicos presentados, todo tiene que ver con poder comer legumbres cocidas y no crudas. Para eliminar el contenido de lectinas debemos: remojar, cocinar, germinar y/o fermentar.

  • Remojarlas toda la noche y cambiar el agua al menos una vez.
  • Hervirlas una hora.
  • Cocinarlas en olla a presión.
  • Si aún así te genera malestar intestinal, puede ser que debas atravesar un proceso de adaptación de tu cuerpo a las legumbres, y sino también es ideal la visita a un médico nutricionista para que te indique si es ideal para tu dieta.

Author: Cucinare

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