Confitería La Ideal reabre sus puertas: todos los detalles de un regreso histórico

Te invitamos a recorrer el lugar y vivir la restauración desde adentro y conocer el menú que se servirá en este templo de la gastronomía porteña.

Por Mariano Jasovich

La ciudad de Buenos Aires recuperará en muy poco tiempo uno de sus emblemas de principios del siglo XX. Luego de un trabajo de restauración y puesta en valor en el segundo semestre del 2022 (fines de agosto pronostican los que están a cargo del proyecto) reabrirá sus puertas Confitería La Ideal, una de las naves insignia de la gastronomía porteña, ubicada en Suipacha y Corrientes.

Un grupo gastronómico se hizo cargo del edificio en 2016 y, después de la demora obligada por la pandemia, este año prometen la reapertura.

Entre ruidos de taladro y carpinteros que lustran muebles, Cucinare recorrió las entrañas de los dos pisos, incluidas sus cocinas, para adelantar las novedades que traerá la reapertura de la confitería inaugurada originalmente en 1912, en Suipacha 384.

Nos recibió un viejo conocido, el maestro pastelero Gustavo Nari, chef ejecutivo de La Ideal, que nos explicó que “se restauró todo con el mobiliario original. Las maderas, los vitraux y hasta las bisagras originales se recuperaron”.

Una vez que se traspasa la enorme puerta vidriada de entrada, la atracción principal de La Ideal es la cúpula que se puede ver desde la planta baja y el primer piso. Es una abertura en forma de óvalo con un trabajo en hierro y vitraux. No queda otra chance que mirar hacia arriba.

Además en estos años de trabajo, se restituyeron todas las terminaciones doradas con papel de oro, se pulieron las arañas y se restauraron los vitrales y la cartapesta de la cúpula.

La Ideal tiene 2.000 metros cuadrados en total, divididos en dos plantas de acceso al público. Además, cuenta con toda una estructura detrás a la que tuvo acceso Cucinare para la elaboración de productos.

La cocina casi lista

Aún esperando las habilitaciones definitivas, las secciones de fuego, la cocina, panadería y pastelería están casi listas para empezar a operar. El trabajo gastronómico que ya está activo es donde realizan los chocolate, bombones y alfajores que se venden en la tienda online.

En las cocinas trabajarán las cuadrillas de 60 personas en los diferentes turnos. El plan es que La Ideal abra a las 7 y funcione hasta la medianoche. Los fines de semana, con las funciones de teatro, ese horario se puede extender aún más.

Además, se sumará el vermú para los que lo quieran disfrutar antes de entrar al teatro, un clásico de la década del ’50 y ’60 del siglo XX.

Nari cuenta que en la planta baja habrá lugar para 180 personas y en el primer piso, para 160, con una carta diaria de desayuno, almuerzo con menú vegano y para celíacos.

El té de las cinco será parte de la propuesta con la pastelería y panadería a cargo de Nari, quien ya a modo de anticipo ofrece bombones, alfajores y tableta de chocolate belga en la tienda digital de la confitería.

Para la noche, el chef ejecutivo planea opciones gourmet que ya plasmó en una carta que aún mantiene en secreto. “Habrá merluza negra, langostinos a la chapa, sorrentinos de cordero braseado o un plato con atún rojo”, enumera Nari.

Confitería renovada

Uno de los cambios que se hizo en La Ideal es el traslado de la puerta principal unos metros hacia adentro. De esa manera, quedó un hall mucho más amplio donde ya están disponibles las heladeras exhibidoras para vender una combinación de pastelería moderna y clásicos como palmeritas o fosforitos.

También se venderá un vino elaborado por Catena Zapata para la Ideal, un blend de petit verdot, malbec y cabernet franc, y un aceite de oliva.

Los pisos son nuevos, de mármol, sustituyendo a las placas de granito que se habían agregado en algún momento. Para el dibujo del piso los arquitectos se guiaron por la intuición y el concepto de los pisos que tenían las construcciones de la época, ya que no contaban con registros fotográficos.

En el fondo del salón aparecen las barras históricas, que conservan las piedras y las heladeras. Todo el equipamiento fue restaurado y dotado de elementos modernos, que se adaptaron al estilo para conjugar la modernidad con los rasgos históricos del edificio.

Lo mismo pasó con la boiserie, que oculta 22 equipos de refrigeración y calefacción en cada planta para aclimatar el lugar.

En cada piso se restauraron las dos barras históricas que funcionaron desde 1912. Arriba de cada barra hay un escenario que en las épocas doradas eran usados por las orquestas de señoritas y agrupaciones de tango. En la planta alta habrá un sector ambientado como un camarote de tren y pensado para reuniones privadas.

La restauración de Confitería La Ideal estuvo a cargo del estudio Pereiro, Cerrotti & Asociados, especializado en proyectos gastronómicos de recuperación patrimonial; también trabajó en La Giralda y el Café Petit Colón.


Author: MarianoJ

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