Atendió a una mesa para más de 20 personas y se asombró por el monto de la propina
Una camarera eligió emojis divertidos para expresar su malestar en redes sociales.
La propina es más que una liberalidad marginal que el cliente deja al camarero. Por más que en la Argentina no es obligatoria, es una tradición muy consolidada.
No es exagerado decir, entonces, que forma una parte sustancial del ingreso mensual que tienen los profesionales de la mesa.
Por eso todo lo que rodea a la propina no es accidental, sino crucial para aquellos que viven del servicio.
Llama la atención la desaprensión o indiferencia que tienen algunos clientes con respecto a este hábito. Los usos y costumbres criollos dictan que se debe dejar un 10% cuando se paga en efectivo, y si el pago se realiza por otros medios incluso está bien visto dejar un poco más.
También es cierto que hay clientes extremadamente cuidadosos de sus dineros (miserables, bah), que dejan un 5%. Pero lo que raya el cinismo es lo que le sucedió a la camarera @valearaujo88, que descargó con humor su furia en su cuenta de Twitter:
Claramente, $ 50 de propina para una mesa multitudinaria es inconcebible.
Si la mesa hubiera gastado un promedio de $ 2.000 por persona, la propina debería haber rondado los $ 4.200, en promedio.
Las reacciones de sus seguidores no se hicieron esperar:
-“La propina es la oportunidad legal que te da la vida de demostrar si sos una persona o una rata”.
–“¿Planes para tal cantidad de dinero? Donalo a una fundación, no sé…”, respondió con ironía otro usuario.
Otros no fueron tan empáticos:
–“En mi trabajo no me dejan propina, atiendo personas y en área salud todo el tiempo y con la mejor onda”.
–“A mí siempre me molestó que exijan propina: te doy si quiero y si me atendieron bien. El que te tiene que pagar es tu jefe, no yo. Yo dejo propina, pero me parece nefasto que sea una obligación”.
Posiblemente estos últimos comentaristas desconozcan que la propina ronda un 50% de los ingresos de un camarero, e incluso puede superar el sueldo.
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