El misterioso bar de Palermo que tiene valiosas colecciones de arte y sus tragos se inspiran en el horóscopo chino

Rey de Copas está ambientado por el artista Sebastián Páez Vilaró.

En un bar, la calidad de los cócteles es tan importante como el ambiente donde se disfrutan.

En este caso, Rey de Copas ofrece un ambiente con una colección de arte étnico y contemporáneo.

Fundado en 2012, esta barra es parte del circuito nocturno del barrio porteño de Palermo, un clásico para locales y turistas extranjeros.

El bar debe su nombre a la carta del tarot, un rey con una gran copa, símbolo de la creatividad, la libertad y la sabiduría, un líder de su propio destino.

Sólo al abrir la puerta de Rey de Copas se puede viajar a otros mundos. Cada rincón es una pequeña puesta en escena en la cual la música, la iluminación, los objetos traídos de lugares remotos y las obras de arte, conviven y cuentan una historia.

La coctelería y la cocina también invitan a viajar por otros mundos.

La carta de cócteles de autor está inspirada en el horóscopo chino y tiene dos caras que seducen a los apasionados de la mixología con su propuesta innovadora.

La cara Yin, que representa los tragos dulces, suaves y refrescantes; y la cara Yang que representa los tragos fuertes, con alta graduación alcohólica.

Un total de 12 tragos, cada uno haciendo referencia a un animal del horóscopo, separados también por los distintos elementos.

Entre los Clásicos del Rey, el trago emblema de la casa es el Rayo Verde, un gin tonic con almíbar de cardamomo y cedrón.

Y ya que estamos en el año del Conejo, sigámoslo en su recorrido: su cóctel es un blend de ron infusionado en curry, con jugo de zanahoria, naranja y manzana, almíbar de jengibre y burrito.

La cocina también viaja. Hay platos de distintas culturas como las brochetas de langostinos al ajillo, de raigambre mexicana; el karaage del rey, pollo frito al estilo japonés; y el salmón teriyaki, de inspiración asiática.

Para los más clásicos no falta un buen bife de chorizo con papines al romero y una variedad de pizzas con originales toppings.

Sebastián Páez Vilaró fue quien dio vida y forma al lugar, exponiendo sus obras en bronce y cobre repujados, técnica que adoptó desde joven como su principal método creativo.

Desde joven, Sebastián fue un ávido viajante, explorador e investigador de las culturas de otros pueblos remotos, así como del territorio rioplatense y el continente americano.

De estos viajes provienen los objetos que dan vida a los ambientes del bar, en consonancia con el arte original creado por Páez Vilaró.

En Rey de Copas, la ambientación no es escenográfica, es una manifestación artística auténtica. Frescos contemporáneos, collages de vidrieras de los 70, tablones tallados del año 62 en su paso por el continente africano, y objetos realizados con chatarra y metales.


Author: Cucinare

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