Cómo mantener las burbujas de la sidra y el champagne para volver a brindar: ¿sirve la cucharita?

Siempre tratamos de que no sobre, pero hay alguinos consejos para mantener las bebidas en buen estado.

La sidra y el champagne no suelen faltar cuando llega la medianoche de Navidad y Año Nuevo.

Si nos quedamos con una botella abierta podemos aplicar algunas pautas de conservación para evitar que se eche a perder.

Para empezar, hay que desterrar un mito: la cucharita no sirve para conservar las burbujas.

Lo que hace especiales a estos vinos son las burbujas que surgen de manera natural durante el proceso de elaboración tradicional, denominado champenoise, en el que tanto la fermentación como la crianza se produce ya embotellados.

El gas carbónico aparece así durante la segunda fermentación en botella, y es el responsable de gran parte de sus cualidades.

Cualquier experto nos diría que evitemos a toda costa tener sobras de espumosos, pues pierden cualidades muy rápidamente una vez abiertos.

Pero si sucede, en primer lugar hay que evitar que la botella abierta se caliente, conservándola en un enfriador o el mencionado cubo con agua fría y hielos, si no queremos estar yendo y viniendo a la cocina para tenerla en la heladera.

Cuando sepamos que no vamos a beber más, tenemos que cerrarla lo más herméticamente posible para reducir al máximo la pérdida de burbujas y aromas, así como la penetración de aire exterior.

Se pueden usar tapones herméticos que se consiguen en un rango de precios que arranca en los $ 3.000.

Otra chance, es el versátil plástico film bien apretado con una goma elástica será mejor que nada, siempre guardando la botella de nuevo en la heladera y lejos de la puerta. Eso sí, mejor consumir lo que ha sobrado antes de 24 horas, preferiblemente en un brunch de Año Nuevo, en el aperitivo o con la comida.

La cuchara no sirve

El mito de la cuchara no funciona. El Comité Champagne de Francia lo puso a prueba para comprobar que no es más que una falsa creencia y lo desaconseja. Tampoco tienen sentido trucos milagrosos como el de introducir una pasa de uva.

Siempre nos queda la opción de aprovechar lo que ha sobrado en algún plato, sustituyendo por ejemplo al clásico vino blanco de cualquier receta.


Author: Cucinare

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