El italiano que eligió Argentina para construir su imperio gastronómico que incluye pizza, pastas, café y una propuesta caribeña

Maurizio Romagnoli ya tiene tres restaurantes y una marca de café en el país.

Maurizio Romagnoli dejó su pueblo en Italia cuando tenía unos 20 años. Salió a recorrer el mundo. Pasó por Alemania y otros países de Europa hasta que recaló en Cuba. Allí se quedó unos 20 años.

“Hice de todo. Desde trabajar en obras de construcción, tener una discoteca hasta el diseño de las publicidades de los hoteles para el turismo en Cuba“, enumera el hombre.

Allí en Cuba se enamoró y se casó. Luego de las dos décadas se dio cuenta de que la isla no lo dejaba emprender todo lo que se le ocurrió. Entonces, eligió su nuevo destino: Argentina.

Romagnoli recibió a Cucinare en su restaurante de la zona de Retiro. Mientras narra su historia de trotamundos, se pelea con proveedores por el precio de la carne y le pide al mozo de confianza cambiar un tenedor de una de las mesas.

“Este país me abrió muchas puertas para emprender -resalta el italiano-. Enseguida tuve las libertades para abrir negocios sin problemas“.

Pese a los 20 años en Cuba y los más de 10 en Argentina, Romagnoli habla con un claro acento natal. Sus frases recuerdan a Luca Prodan. Declara en esa mezcla de italiano y castellano, como los primeros inmigrantes que llegaron al país a principios del siglo XX.

Lo primero que hizo Maurizio en Argentina es abrir un restaurante de estilo cubano en Caballito, Mojitos de Cuba. “Llegamos con lo justo y entonces el menú es muy acotado -explica Romagnoli-. Enseguida fue un éxito por la onda caribeña. Viene mucha gente a festejar cumpleaños o como salida de fin de semana”.

Maurizio no se detuvo ahí. Ya tenía el local de la zona de la recova de Carlos Pellegrini en Retiro. En medio de la pandemia se puso a renovar el lugar y abrió Il Giardino Romagnoli. “Diseñé todo el local y luego los arquitectos y albañiles ejecutaban mi idea. Acá tenemos un menú italiano, con algunos toques del gusto local como un ojo de bife o una entraña bien argentinas”, sostiene Maurizio.

Il Giardino Romagnoli abrió una terraza que funcionará de noche. Allí se ofrecerán tragos y lo que Maurizio defino como parrilla italiana. “La parrilla es de fierros redondos y a las carnes se ofrecen con las hierbas tradicionales de mi tierra”.

El emprendedor tiene también una marca de café que ya distribuye en 80 locales porteños y planea fabricar en Italia una cafetera para traer a Argentina.

“No la puedo hacer acá, no está la tecnología ni las personas capacitadas”, explica. Y el imperio Romagnoli hasta ahora llega hasta el mundo de la pizza con un local de estilo romano también en la zona de Retiro.

Maurizio ya no tiene ganas de volver a levantar campamento para irse a otro país, aunque a veces extraña el mar mediterráneo o las playas caribeñas. “En Argentina ya estoy instalado. Cada empresa que creo es como una raíz nueva que me ata a esta tierra”, concluye.


Author: Cucinare

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