La oferta gastronómica de Buenos Aires tendrá una nueva opción. A partir de marzo, abrirá un restaurante atendido en su totalidad por personas con neurodiversidad funcional.
El proyecto es impulsado por el infectólogo Fernando Polack, reconocido por su trabajo con las vacunas del coronavirus, padre de una hija con autismo.
El proyecto se llama Alamesa y queda en Maure 1643, zona de Las Cañitas. El nombre es por la forma que “nos llamaban de chicos a comer. Y el objetivo es romper con los prejuicios”, sostienen los responsables del proyecto.
Para la apertura del restaurante se contrataron a 40 personas con neurodiversidad funcional.
Dentro de la neurodiversidad de los jóvenes que son empleados en Alamesa se incluye a quienes están dentro del espectro autista, a chicos nacidos muy prematuros con algún grado de compromiso madurativo y a otros jóvenes con desafíos no totalmente caracterizados.
Polack es padre de Julia, 25 años, una de las 40 empleadas en relación de dependencia que tiene Alamesa. “Es un restaurante manejado enteramente por jóvenes neurodiversos. Es un espacio donde realizan ellos y solamente ellos las tareas cruciales, las que importan, las que hacen al corazón del emprendimiento”, explica el infectólogo a Infobae.
El menú de Alamesa está a cargo del chef Takehiro Ohno. La cocina del restaurante no usa fuego, ni cuchillos, ni balanzas.
Cada plato se sirve en vajilla de un color que es idéntica al color de todos los frascos de ingredientes que conforman esa preparación.
Por ejemplo, para una milanesa de lomo con papas fritas se usa un plato bordó, del mismo color que los frascos de pan rallado, huevos, harina, que permiten la producción de esa comida para la semana. Son carriles de 12 colores, para 12 platos.
Las reservas se hacen a partir de la cuenta de Instagram @alamesaresto.
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