En materia de dieta y alimentación no existe la magia. Sólo disciplina y ciencia. Las panaceas son parte de la oferta lúdica que aparecen en las revistas ligeras. Pero más allá de esa consideración, existen algunos principios que contribuyen a mejorar la respuesta del organismo frente a determinadas situaciones, fortaleciendo el sistema inmunológico.
Es el caso de algunos alimentos que, frente al hecho de aplicarse una vacuna, inciden en el desempeño del sistema inmunológico. No está de más conocer algunos de ellos, más aún cuando está, de a poco, comenzando la campaña de vacunación contra el Covid-19.
Pero tiene que quedar claro que no hay una dieta pre o post vacunación contra el Covid-19, según cuenta la nutricionista Pamela Salvatori. “Aun así, conviene llevar adelante una dieta balanceada tanto en cantidad como calidad, que incluya alimentos de todos los grupos, con especial hincapié en verduras y frutas de todos los colores”, concluye la profesional.
“Está estudiado que para tener una correcta respuesta inmunológica es necesario contar con algunos ‘oligoelementos’, que son ciertos elementos químicos que, en muy poca cantidad, hacen una gran diferencia”, afirma Pedro Borthaburu, médico alergista e infectólogo. Y luego agrega: “¿De dónde los obtengo? Principalmente de la dieta: la misma tiene que ser variada, suficiente, equilibrada entre alimentos crudos y cocidos, entre otros preceptos”.
Algunos de estos elementos recomendados provienen de alimentos como los arándanos, cuyos flavonoides tienen propiedades antioxidantes y protectoras, especialmente importantes para evitar resfríos y el cuidado del sistema respiratorio. Otro elemento importante para reforzar el sistema inmunológico es la vitamina E, presente en las almendras y las semillas de girasol, estas últimas también proveedoras de vitamina B 6.
Son pocos los que saben que el té verde refuerza las defensas, debido al epigallocatechin gallate, un poderoso antioxidante. Es sabido que el consumo de pescados grasos es altamente beneficioso, como el atún, caballa, sardinas y salmón, entre otros, proveedores de ácidos grasos Omega 6.
El zinc también es fundamental para reforzar el sistema inmune, presente en el aceite de girasol, sésamo, queso, carnes, legumbres o en el germen de trigo, que también es rico en vitamina B 6 y queda muy bien cuando se agrega al yogurt.
La granada, por ejemplo, tiene propiedades antivirales, mientras que el kéfir es rico en fermentados beneficiosos para el sistema inmunológico. Por su parte, el consumo de cítricos frescos contribuye al refuerzo de glóbulos blancos, indispensables para combatir infecciones diversas.
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