Que la inflación haya puesto el precio de la carne por las nubes, y que un producto históricamente popular en la Argentina se vuelva cada vez más exclusivo, no implica que necesariamente haya que venderlo como si fuera caviar.
Sin embargo, algunas empresas decidieron presentarlo como si se tratara de algo muy refinado, de ahí que surgiera la “box degustación”, que recuerda más a cajas de bombones importados que a un simple corte de carne para la parrilla.
Sin embargo, en esta búsqueda de diferenciarse en un segmento de consumo que tiene muchísima competencia (en la Argentina es habitual preparar un asado cada fin de semana, por no decir que antes la mayoría de los argentinos comían carne diariamente), algunos decidieron apostar por ofrecer productos premium, con embalajes premium.
Si es normal que las carnes nacionales se exporten de esta manera, no lo es tanto que se vendan en el mercado doméstico así. Pero sin embargo, hay consumidores que se sienten atraídos por esta clase de presentación, habida cuenta que, de a poco, son cada vez más caros los cortes de mejor calidad. Si antes el ganado vacuno era alimentado 100% a pasturas (implica una calidad excepcional), con la baja de costos del feed lot, las carnes ya no son tan tiernas y sabrosas como antaño.
Pero la cuestión es que surgieron empresas que se dedican a vender cortes para la parrilla bajo esa modalidad y, en las redes, llamaron la atención de más de uno, que no ve con tan buenos ojos que la carne se vuelva un producto tan suntuario.
“BASTA POR FAVOR ES UN PEDAZO DE CARNE NO UN RELOJ”, escribió en Twitter el usuario @cilindromagix, con la imagen de una publicidad de un “boxdegustación” que impacta por la presentación.
Sin embargo, no es el único caso. Desde hace un tiempo que la Argentina produce carne de Kobe (“Kobe beef”), esa costosísima variedad japonesa, que amerita un embalaje acorde, ya que un lomo de 2 kilos cuesta unos $ 15.000 y una colita de cuadril $ 5.000.
También la empresa Asador Box ofrece cortes dry aged, que son las carnes maduradas en seco como si fueran quesos Camembert y que permite que concentre sabores y aromas. Y que vienen en cajas premium, listas para ser usadas en cualquier parrilla.
Habrá que ver luego cómo tiene que ser el carbón que se use para cocinar estos cortes de otro planeta, el asador que los cocine, así como el diseño y la calidad de la parrilla donde se echen los cortes al fuego.
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