Debe haber muy pocos momentos que hayan sido tan reproducidos, tanto en la teología como literatura, pintura y cine como la Última Cena, momento culminante del cristianismo, que es cuando Jesús compartió la comida con sus discípulos, con el pan y el vino (que transforma en un Sacramento), y se preparó para su trágico y a la vez glorioso destino.
No se sabe con precisión cuándo y dónde se llevó a cabo el ágape, pero se estima que fue en un cenáculo de Jerusalén, a principios de abril del año 33 d.C. Tampoco hay mayores precisiones acerca de qué alimentos se consumieron, pero debido a que tanto Jesús como sus discípulos eran judíos, y a los testimonios recogidos en los Evangelios, se puede inferir que la mesa estuvo servida con pan ácimo, pan sin levadura que los semitas acostumbraban a consumir. Los investigadores suponen que el vino servido fue Syrah, cepa común en la Palestina de aquel entonces.
El cordero, uno de los símbolos más importantes del cristianismo, también fue parte del menú. Fue preparado y aderezado con hierbas amargas, y es muy probable que también hubiera cuencos con sal. Popularmente se cree que Judas Iscariote derramó sal durante la comida, tal como lo refleja el cuadro de Leonardo da Vinci.
Pero estas especulaciones gastro religiosas acaban de tomar una nueva forma, porque desde 2012 que el History Channel español, anualmente recrea este episodio, de la mano de célebres cocineros como Dabiz Muñoz, Paco Roncero, Ramón Freixa, Roberto Ruíz, David García, Fernando Canales, María Sandoval, Quique Dacosta, Ángel León, Francis Paniego y María Marte.
El último en llevarla a cabo fue Diego Guerrero, chef del restaurant DSTAgE, con dos estrellas Michelin. La entrada para la ocasión se llamó “El beso de Judas”, que consistió en una roca de sal del Himalaya sobre una quisquilla (langostino), de Motril, seguido de pan ácimo con anchoa.
El plato principal estuvo a cargo de anguila ahumada con pollo asado. “Hemos intentado hacer un mar y montaña con un pescado de agua dulce como es la anguila, que como se documenta se consumió en la cena, y el pollo, un ingrediente humilde”, según palabras de Guerrero.
Después vino el cordero, con una ostia de comunión realizada con la misma piel del animal, mientras que el postre fue a base de pan con chocolate, liberalidad que se permitió el famoso cocinero.
¿Cómo prepararías tu última cena?
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