Germán Martitegui: del Comercio exterior a la cocina, el camino poco conocido del chef que pasó del bajo perfil a la máxima popularidad

Te contamos la historia menos difundida del cocinero argentino. Simpleza y exclusividad, las claves de su éxito.

Martitegui. ¿Quién no escuchó alguna vez ese nombre de marcada ascendencia vasca? Porque si uno saca a Mauro Colagreco, seguramente Germán Martitegui es el cocinero argentino que más reputación tiene, quizás empardado por Francis Mallmann, con quien supo trabajar.

Germán Martitegui es oriundo de Necochea y actualmente tiene 54 años. Y, tal como sucede con muchas de las luminarias del rubro, buena parte de su inspiración viene de su abuela italiana, ama de casa con mucho oficio. En su hogar, todo se celebraba con asado y paellas.

Su vocación profesional fue tardía, ya que previamente estudió Relaciones Internacionales y Comercio Exterior en la Universidad del Salvador. Cuando tenía 19 años empezó a trabajar en el hotel La Cascada de Bariloche, entrenando bajo Beatriz Chomnalez, y su primer trabajo lo llevó a cabo en una empresa de catering, donde definitivamente quedaron sepultados sus sueños de ser embajador…

Más tarde llegaron ocho años de intenso trabajo junto a Francis Mallmann, con quien formó su personalidad profesional. Fue chef de cuisine del restaurant Patagonia y actuó como asesor del proyecto que Mallmann dirigió en Aerolíneas Argentinas.

Realizó cursos en The Culinary Institute of America, además de stages en Lyon, Córcega, Londres, Australia, Miami y California. Hasta el año 2005, deslumbró con su cocina en el restaurant Agraz del Caesar Park Hotel Buenos Aires. Profesional emprendedor y responsable, abrió tres restaurants en Buenos Aires: Casa Cruz, Tegui y Olsen, y su primera sucursal en la coqueta y madrileña calle del Prado.

En 2009, siendo ya muy reconocido por clientes y pares, creó Tegui, que le dio fama a nivel regional. En 2020 logró posicionarse en el puesto 16 de The World’s 50 Best Restaurants Latinoamérica, uno de los ránkings con mayor proyección a nivel mundial, listado al que renunció en marzo de 2021. Respecto de la cocina de su nave insignia, afirmó: “Elegimos hacer cien platos por año, Tegui es un restaurant de cocineros que quieren conectarse con la variedad de productos y divertirse mientras cocinan”

Pero lo que más llama la atención de Martitegui es su elevación a ícono de los medios de comunicación, principalmente por su papel de jurado en MasterChef. Al comienzo de su carrera, por personalidad, lejos estuvo de ser un cocinero mediático, ya que frente a las cámaras era más bien taciturno y lacónico.

Pero todo eso cambió y hoy es una celebridad que tiene miles de seguidores, y si bien no cambió demasiado su estilo reservado, hace el papel de exigente y duro frente a sus colegas, el italiano Donato de Santos y el pastelero Damián Betular. Como jurado, más de un participante se congela frente a su mirada fría y escrutadora, que hace perder la compostura.

Si bien es muy celoso de su vida personal, los que lo tratan dicen que en la intimidad que sumamente expansivo. Germán conjuga su faceta de cocinero y estrella de la televisión con la de padre, ya que tiene dos varones pequeños, Lorenzo y Lautaro.

En alguna ocasión afirmó que, a futuro, se imagina un lugar donde sólo se elaboren sándwichs, en pleno microcentro porteño, aunque es muy probable que la pandemia le haya hecho cambiar de opinión. Luego de casi treinta años de oficio, sigue pensando que la cocina debe ser simple y sabrosa, y así la elabora, poblada de sabores nativos y deliciosos, en los que se mezclan los elementos de la cocina diaria y criolla, mechada con ingredientes exclusivos.


Author: Cucinare

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