Procedimiento
1Limpiar bien los mejillones y los langostinos. Con una mano sujetar firmemente la parte de atrás del cuerpo del langostino y con la otra mano jalar fuerte y delicadamente la cabeza para retirarla del cuerpo.
2Luego retirar la cáscara con mucho cuidado y, por último, con ayuda de un cuchillo, se hace un pequeño corte para retirar la línea negra (que son los intestinos).
3Para los mejillones, se deben mojar con agua fría del grifo mientras se remueven suavemente con la mano para evitar que se rompan (esto para eliminar cualquier impureza o resto de arenilla).
4Luego, con ayuda de un cuchillo pequeño, arrancar las barbas y algunas pequeñas impurezas que puedan tener las cáscaras. Reservar.
5En una sartén con aceite de oliva y pimienta, saltear los langostinos por unos 2 minutos. Incorporar la salsa de tomates y los mejillones. Dejar cocinar por 5 minutos.
6Pasado el tiempo, apagar el fuego y agregar el perejil.
7En otra olla, colocar suficiente agua y calentar hasta llevar a hervor.
8Colocar los fusilli y dejarlos cocinar por 5 minutos. Pasado el tiempo, servir y emplatar.
Podés hacerla con la pasta que más te guste.