Utensilios de teflón tóxicos: ¿mito o realidad?

Te contamos cuánto de verdad hay en esta afirmación sobre sartenes y ollas de este material.

Es raro encontrar una cocina moderna sin un solo utensilio que tenga teflón. Está presente en ollas y sartenes, y tanto cocineros profesionales como amateurs se felicitan porque la comida no se pega y el lavado de los cacharros se facilita enormemente. Sin embargo, hay un mito respecto de su toxicidad, por eso te contamos cuánta verdad hay.

El primer lugar hay qué ver de dónde salió el material en cuestión. Y lo más interesante es que, al igual que muchos de los grandes inventos de la humanidad, se creó por accidente. Para esto, le guste o no al lector, hay que hablar sobre química: un tal Roy Plunkett, joven químico de 27 años, tenía un trabajo en la megaempresa DuPont, en Jackson, New Jersey (EEUU). Al hombre se le asignó como trabajo sintetizar refrigerantes de última generación, con la idea de encontrar una alternativa no tóxica a los refrigerantes como el dióxido de azufre y el amoníaco.

Según DuPont, en 1938, Plunkett y su asistente, Jack Rebok, estaban experimentando con uno de esos potenciales refrigerantes alternativos llamado tetrafluoretileno (TFE). Plunkett creó alrededor de 50 litros de TFE, gas al que almacenó en pequeños cilindros. El 6 de abril de 1938, al abrir la válvula de uno de los cilindros nada salió, a pesar de que todo indicaba que el gas estaba en su interior. Los químicos decidieron cortarlo y se encontraron que el gas se había polimerizado en un novedoso polvo blanco ceroso (resina de politetrafluoroetileno).

Cuatro de las propiedades más importantes de esta sustancia recién descubierta fueron que era extremadamente resbaladiza, no corrosiva, químicamente estable, y que tenía un punto de fusión extremadamente alto. Estas propiedades se consideraron lo suficientemente interesantes como para que el estudio de la sustancia fuera transferido al Departamento de Investigación Central de DuPont. Tres años después, el proceso y el nombre de Teflon fueron patentados y registrados, pero fue recién en la década de 1960 que el teflón comenzó a usarse como recubrimiento para ollas y sartenes antiadherentes.

Pero el problema surgió cuando, aplicado a la industria de la alimentación, se le atribuyó fama de ser tóxico. ¿Cuánto de cierto hay en esta afirmación? En sus comienzos el teflón contaba con una sustancia carcinógena llamada PFOA. El PFOA, también conocido como Ácido Perfluorooctanoico, compuesto que tiene muchos usos industriales y se utilizó durante mucho tiempo durante la aplicación del recubrimiento antiadherente en los recipientes de cocina.

Hoy se sabe que el PFOA es cancerígeno, tiene una gran persistencia en el medio ambiente y se ha encontrado en la sangre de animales y personas. Pero a pesar de que las viejas baterías de cocina lo incluían, las cantidades del mismo eran muy bajas. Como sea, desde 2015 que la industria de teflón es libre de PFOA.

¿Conocías la fama del teflón?


Author: Cucinare

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