La parrilla bajo perfil que se ganó un nombre en el barrio de la carne

Los Tulumbanos abrió hace 31 años y se convirtió en una parada obligada en Mataderos. Con Eddie Fitte probamos algunos de sus platos más conocidos.

Por Cecilia Boullosa

Es mentira que todo entra primero por los ojos. Al menos no es así en Los Tulumbanos. Es la nariz la primera que se rinde ante esta austera parrilla de barrio, tan típica de Buenos Aires, de esas que nunca faltan y nunca fallan.

Incluso a metros de distancia es imposible no notar el aroma irresistible de los choris y la carne asándose lentamente sobre las brasas. Y acto seguido, no sentirse tentado a entrar, casi obligado.

Manteles de papel, trofeos de decoración, gaseosas de litro y medio en las mesas y ambiente alegre y ruidoso de fonda. Los Tulumbanos está hecho un poco de todas esas cosas. Abrió en 1987 en el barrio con más tradición carnívora de la ciudad, Mataderos. “Cuando vinimos ya había una parrillita, pero nosotros la reformamos, la tuneamos y mejoramos la calidad de la comida”, cuenta su dueño, Rodolfo, a quien todos prefieren llamar por su apodo, el Tulu.

El Tulu es cordobés, nació en Villa Tulumba, al norte de la provincia, pero hace más de cuarenta años que no pisa su ciudad. Todo el tiempo estuvo ocupado en hacer prosperar su negocio, en el que empezó trabajando con sus hermanos y ahora atiende junto a su hijo Wálter y un equipo de parrilleros y mozos de oficio.

De martes a sábados, los primeros clientes comienzan a llegar a Directorio 6779 a las 7, para el desayuno, pero el horario pico es del almuerzo. De noche no abren porque, según cuenta Rodolfo, “en el barrio no queda ni un alma”.

La comida empieza siempre con una picadita de cortesía, que ya predispone bien: salame, queso, mortadela, pan de pizza. La carta es extensa, pero hay tres o cuatro platos que pican en punta entre los más pedidos: la entraña, el bife de chorizo (que llega al punto exacto pedido) y la tortilla de papas.

También el lomo o a las mollejas al verdeo, la saltimboca y entre las pastas caseras, los sorrentinos. Las frutillas con crema o el flan mixto son los postres ineludibles.

No te pierdas el paso de Eddie Fitte por el corazón del barrio más carnívoro de Buenos Aires en este nuevo capítulo de la segunda temporada de De Barrio:


Author: Cucinare

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